top of page

#18 Cartografía de Vivencias

  • Foto del escritor: mariasilvam
    mariasilvam
  • 30 mar 2016
  • 5 Min. de lectura

Los situacionistas

La Internacional Situacionista fue un colectivo que se fecha entre el período de 1957-1972, conformado por una fusión de otras agrupaciones como el grupo “CoBra”, los “Psicogeógrafos” de Inglaterra, “La Bauhaus Imaginaria” y la “Internacional Letrista”, de donde provenía Guy Debord.

Tras la Segunda Guerra Mundial, en la sociedad europea se respira un ambiente conservador con una sociedad disciplinada donde se impone un único orden social y cultural. El capitalismo gobierna las relaciones en sociedad hasta el punto de convertir todo en mera mercancía y el consumo masivo controla los anhelos de los ciudadanos, convertidos en consumidores pasivos. Ante esta alienación de la vida cotidiana en el espacio urbano, los situacionistas son conscientes de ese control y adoptan una actitud crítica y contestataria en este contexto, proponiendo otras formas de vivir en la ciudad y generando puntos de vista alternativos que abran nuevas posibilidades de conocimiento de lo urbano. Su revolución se centra en la experiencia cotidiana vivida en la ciudad, en la dimensión concreta de la vida, como alternativas para el surgimiento de subjetividades sociales diferentes. En consecuencia, las propuestas que realizarán los situacionistas para el mundo del arte girarán en relación a experiencias lúdicas por medio del urbanismo, con un análisis más etnográfico de lo urbano. Se trata de una forma de crear conocimiento experimental y procesual, demarcándose con esta actitud de cualquier conocimiento de carácter científico o con valores cuantitativos sobre lo urbano. En definitiva, se busca otra forma de conocimiento de nuestra realidad más próxima, más en relación con las vivencias. Ante “la sociedad del espectáculo”, se proponen producir vida, vivir la ciudad como alternativa. Sus propuestas artísticas estarían en la línea del romanticismo, al intentar fusionar el arte con la vida. Apuestan por la creación de un arte integral, y para ello el arte debe estar en relación directa con la vida urbana, con la ciudad, volviendo así a una práctica social del arte.

Uno de los fundadores de La International Situacionista fue Guy Debord, (que ya se lo trajo a colación en el post anterior) una de las figuras más relevantes del movimiento por sus ideas revolucionarias de reelaboración de la vida cotidiana en la ciudad. Debord se muestra crítico con el crecimiento de las “condiciones modernas de producción” y con la extensión del espectáculo a la totalidad de la vida cotidiana, factores que marcarán la posibilidad de poder saltar e invertir las reglas del “espectáculo”. Estas propuestas subversivas aparecen en sus textos Introducción a una crítica de la geografía urbana, de 1955 y Teoría de la Deriva, de 1956, que preceden al conocido texto La sociedad del espectáculo. La práctica artística asociada a este colectivo activista es la deriva, término náutico que significa “ir con la marea”. Como método de subvertir la homogeneidad de la vida cotidiana en una ciudad, se propone una utilización experimental del espacio urbano; por ejemplo, se contempla el carácter fragmentario de zonas urbanas diferenciales frente al carácter objetivo y unitario de “la sociedad del espectáculo”. Este tipo de actividad experimental y sin normas preestablecidas de ejecución, donde el azar y la arbitrariedad forman parte de la actividad, tiene sus antecedentes en las vanguardias de principios del siglo XX. Es el caso del Dadaísmo, que ya incorporó el azar y lo efímero en sus actuaciones, igual que el Surrealismo, donde lo emocional y la vivencias construían el argumento de sus obras. La ciudad está cargada de emociones, y hay lugares donde es más o menos fácil entrar o salir. Luego lo que queda de la deriva es un testimonio escrito. A este testimonio se le denomina psicogeografía, que vendría ser como una cartografía de la influencia emocional de la ciudad sobre los sujetos. Son mapas compuestos por fragmentos de ciudades que se relacionan de forma aleatoria, no por su funcionalidad sino por su carácter emocional. Estos mapas no se corresponden con las referencias físico-espaciales que sirven para identificar las divisiones administrativas de las ciudades modernas, no son mapas para homogeneizar el espacio. Al no corresponderse con esta funcionalidad, estos mapas de otra naturaleza consiguen reapropiarse de la ciudad y constituyen otra forma de construir conocimiento. Ya en el año 1952, Chombart de Lauwe realizó un estudio sobre París y la aglomeración parisina, donde exponía que “un barrio urbano no está determinado únicamente por los factores geográficos y económicos, sino por la representación que sus habitantes y los de otros barrios tienen de él” [3]. Con un mapa hizo un estudio sobre el recorrido, a lo largo de un año, de una joven estudiante de clase media-alta en el distrito XVI de París, comprobando que su movilidad se reducía a un triángulo que situaba entre la escuela, sus clases de piano y su propia casa.

El desvío se relaciona con la deriva, pero obtiene otra función, la de intervenir directamente en el espacio urbano, en el espacio real. Consiste en la apropiación y reorganización creativa de elementos preexistentes. Este movimiento artístico no versa sobre unas soluciones más o menos esteticistas, sino que más bien se trata de una línea de pensamiento que pretende influir en la sociedad. Para ello, utiliza los mismos códigos del lenguaje visual que la propia sociedad maneja y le son familiares. Se sirven del reciclaje de elementos gráficos extraídos de los medios de comunicación. Es la misma iconografía de lo cotidiano lo que utilizarán para dar forma a sus mensajes, una práctica más anónima y aplicable a diversas situaciones: la escritura, el cine, la propaganda, los anuncios o los cómics. Es algo muy simple, y el carácter anónimo de la obra resultante la convierte en algo popular, un instrumento perfecto para la expresión colectiva. Es el mismo Guy Debord quien afirma: Las dos leyes fundamentales del desvío son la pérdida de la importancia de cada uno de los elementos autónomos manipulados –que pueden llegar a perder su sentido original- y al mismo tiempo, la organización de otro conjunto con sentido que confiere a cada elemento un alcance y un efecto nuevos [6].Este artista nos brinda una herramienta para nutrir nuestra propia experiencia y apropiarse del espacio público urbano de una manera lúdico-constructiva.

Psicogeografía contemporánea

Como directos herederos de La Psicogeografía de Londres LPA, y de las derivas de los situacionistas, nos encontramos con la psicogeografía contemporánea, que continúa con las mismas pretensiones exploradoras en busca de otras formas de conocimiento sobre nuestro entorno cotidiano por medio de actividades experimentales y vivencias concretas en los distintos lugares que pueden conformar un espacio urbano. Nuevamente aquí se tiene una visión social del arte, se ve la importancia que tienen las relaciones que surgen entre el individuo y su territorio urbano. En los actuales proyectos psicogeográficos se aprovechan los avances tecnológicos de los nuevos medios digitales, que permiten realizar proyectos cartográficos en la red con diferentes temáticas y de carácter participativo, donde los usuarios pueden interactuar construyendo su propia cartografía. Para la elaboración de las cartografías utilizan los nuevos dispositivos de captura, como cámaras de vídeo, de fotografía o incluso de móvil, junto con los dispositivos de posicionamiento y localización, como los GPS. Estos medios les permiten realizar derivas grabadas y localizadas al mismo tiempo sobre un lugar concreto. Posteriormente las diferentes rutas de la gente se pueden consultar en Internet. Un ejemplo sería la web VeoGeo, donde se pueden visitar los recorridos hechos por otros usuarios.

Geografía experimental

Estamos ante un término acuñado por el geógrafo y artista Trevor Paglen en 2002 para denominar a aquellas manifestaciones artísticas en las que se sigue experimentando con el entorno cotidiano, una vertiente que sigue con el estudio sobre la relación entre la humanidad y la superficie del planeta, apostando por prácticas experimentales. Estas actividades pueden adquirir la apariencia tanto de instalaciones sonoras como de vídeo-instalaciones, intervenciones en el espacio público y cartografía experimental. Se trata de manifestaciones artísticas con una actitud crítica sobre el uso y análisis geográfico del entorno. La mayoría de estos proyectos quedan recogidos en la exposición itinerante llamada Geografía Experimental, 2010, una colección de estudio cartográfico de los últimos diez años. Nombraremos dos proyectos como ejemplos representativos de estas reivindicaciones con respecto al territorio.

Fragmentos tomados de la web: https://cartografiarussafa.wordpress.com/2-los-mapas-como-experiencia/

Las ideas señaladas con bold se pretenden utilizar para la producción del proyecto.


 
 
 

コメント


Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square

© 2016 by Agostina Silva.Proudly created with Wix.com

bottom of page